Pensando en el crecimiento de la sociedad
Colombiana actual, es necesario que hayan más personas interesadas en emprender
cualquier cosa: una idea, un camino, una empresa etc. que promueva el crecimiento
avanzado y continuo para todos los que la componemos. Esto, además de que la
hace más competitiva, mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Desde pequeños aprendemos muchas
cosas que culturalmente nos enseñan para que triunfemos en la vida; como ser
esforzados al trabajar, aceptar sacrificios y algunas veces a resignarnos ante
situaciones en donde las cosas no salen como lo esperamos. Sin embargo, pocas
veces incentivan la confianza en nosotros mismos para que desarrollemos la
habilidad de soñar y creer que todo lo que nos propongamos es posible si
trabajamos duro para lograrlo.
En mi caso personal, crecí creyendo
que no puedo llegar más lejos de lo que mi familia ha llegado. Tal vez porque a
mis ancestros no les fue muy bien en lo que emprendieron y creyeron que es
mejor tener poco, pero tenerlo seguro. Fue por eso, que por años creí que
emprender es difícil y que es mejor ir lento sin arriesgar mucho. Lo que hizo
que creciera con temores y con una mente poco creativa para lograr evolucionar
en todas las áreas de mi vida.
Al pasar el tiempo he adquirido
experiencias y conocimiento que me han hecho pensar que no es así, y luego de
ver tras el muro mental que había creado en mi infancia, he podido descubrir
que realmente es posible emprender.
Para esto, es necesario descubrir
las competencias que cada quién posee por naturaleza, y las que debe
desarrollar a través del conocimiento y la práctica.
Por naturaleza, las personas comúnmente
cuentan con habilidades comunicativas y de pensamiento, que les permite
interactuar con otras personas a través de la expresión de sus emociones y de
sus ideas para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del
contexto. Es allí donde se aprende a negociar, a decidir y actuar con juicio crítico.
El aprendizaje continuo, como otra habilidad natural, es la que hace que
desde niños las personas exploren y aprendan con mucha facilidad; y que puedan
asumir y dirigir el propio aprendizaje a lo largo de sus vidas. También permite
movilizar los diversos saberes culturales, lingüísticos, sociales, científicos
y tecnológicos para comprender la realidad.
Desde casa se desarrollan otras
competencias naturales, como lo son el conocimiento y la interacción con el mundo natural,
para aprender a respetar todo lo que lo compone. Además las competencias sociales y ciudadanas nos permiten conocer y respetar al prójimo para
tener una sana convivencia con los demás, estando a favor de la democracia, la libertad, la paz, y
el respeto a los derechos humanos.
De acuerdo a lo anterior, todas las competencias que se aprenden, se
desarrollan desde las competencias naturales. Un ejemplo de ello, son las competencias
investigativas y tecnológicas que evolucionan a partir de nuestro aprendizaje
natural humano.
Adicionalmente, un emprendedor debe contar con visión de negocio que le ayude
a identificar las respuestas a las necesidades que tiene su entorno, esto combinado
con sentido político que le permita relacionarse fácilmente con las personas y lograr
interés en el negocio que este proponiendo para suplir sus necesidades.
El liderazgo basado en una fuerte convicción de poder hacer lo que se
proponga y de ayudar a otros a crecer, le servirá para mantenerse motivado y
motivar a los demás, por lo que también en un aspecto muy importante a
desarrollar.
Es necesario que aprenda a ser disciplinado y que constantemente esté
renovando y actualizando de forma estratégica su proyecto empresarial, de
acuerdo a las condiciones del ambiente en el que se vaya desenvolviendo.
Finalmente, es necesario que sea una persona firme en sus valores para no
desviar su visión optando por el camino fácil y rápido, que generalmente lo lleva
a pasar por encima de las personas para lograr su crecimiento, pensando sólo en
el beneficio propio.
Su integridad como persona es tan importante como su espíritu emprendedor o
el conocimiento que debe tener en el negocio. Es por esto, que el emprendedor
debe contar con un alto sentido de ética al tomar decisiones mostrando
transparencia. Por ejemplo, en las negociaciones que hace con sus clientes, en
las condiciones laborales pactadas o en el
cumplimiento de sus obligaciones legales.
Al desarrollar las reglas sobre las cuales se rige su vida y su empresa, el
emprendedor estará aportando al crecimiento cultural de la sociedad y será un
ejemplo a seguir para los futuros emprendedores que notarán que no es necesario
acceder a la corrupción para sacar adelante el proyecto que decidan emprender.
En conclusión, emprender requiere
más que sólo tener una idea de negocio. Quienes estén interesados en tener éxito
emprendiendo, deben ocuparse de renovar su mente con aprendizaje continuo y con
pensamientos de que es posible llegar tan lejos como se lo propongan.
Así mismo, es necesario que apliquen
sus habilidades naturales, fortaleciendo sus capacidades y trabajando en
superar las debilidades, para desarrollar los emprendedores competentes que nuestra
sociedad Colombiana necesita.